YO MONSTRUO MIO
Susy Shock (poeta transgénero argentina)
Yo, pobre mortal,
equidistante de todo.
Yo, D.N.I: 43.421.053C
Yo primer hijo del padre que nunca fui,
yo vieja alumna
de esta escuela de los suplicios.
Amazona de mi deseo,
yo, perra en celo de mi sueño rojo.
Yo, reivindico mi derecho a ser un monstruo:
ni varón, ni mujer,
ni XXL ni H2O.
Yo, monstruo de mi deseo:
carne de cada una de mis pinceladas,
lienzo azul de mi cuerpo;
pintora de mi andar.
No quiero más títulos que cargar.
No quiero más cargos, ni casilleros en donde encajar;
ni el nombre justo que me reserve ninguna Ciencia.
Yo, mariposa ajena a la modernidad,
a la post-modernidad
a la normalidad: oblicua, bizca,
silvestre o artesanal.
Poeta de la barbarie,
con el humus de mi cantar,
con el arco iris de mi cantar,
con mi aleteo;
reivindico mi derecho a ser un monstruo.
¡Y qué otros sean lo normal!
El Vaticano de lo normal,
el Credo de Dios y la vendita normalidad,
y los pastores y los rebaños de lo normal,
el Honorable Congreso de las leyes de lo normal:
el viejo Larousse de lo normal.
Yo sólo llevo las prendas de mis carencias,
el rostro de mi mirar,
el tacto de lo escuchado
y el gesto avispa de mi besar.
Y tendré una teta obscena,
colgando de la luna mas perra en mi cintura,
y el pene erecto de los guarritos alondra,
y 7 lunares, 77 lunares; qué digo:
777 lunares de mi endiablada señal del crear.
Mi bella monstruosidad,
mi ejercicio de inventora,
de ramera de las torcazas,
mi ser yo entre tanto parecido:
entre tanto domesticado.
Entre tanto metido “de los pelos” en algo.
¡Otro nuevo título que cargar…!
—¿Baño de damas o caballeros?—,
nuevos rincones para inventar.
Yo, trans-pirada…
mojada y nauseabunda,
germen de una aurora encantada:
la que no pide más permiso
y está rabiosa de luces mayas,
luces épicas,
luces parias...
Menstruales, Marlenes, bizarras:
sin Biblias
sin tablas
sin geografías
sin nada;
sólo mi derecho vital a ser un monstruo,
o como me llame
o como me salga
como me pueda el deseo
y la “fucking” ganas.
Mi derecho a explorarme.
Sí, a reinventarme,
y hacer de mi mutar
un noble ejercicio.
Veranearme,
Otoñarme,
Invernarme:
las hormonas
las ideas
las cachas
y todo el alma…
¡Amén!
Comments