Hice todo lo posible para hurgar en la niebla
y crecerme en las palabras
que más tarde revelaran en silencio
los secretos de tu almohada.
Hice tanto y más
que lo posible se vertió en vacío
y el vacío llenó mi alma
con pasos de ausencia envenenada.
Y me quedé colgado de un instante, dormido en la tela de araña, por maldecir tu nombre: por no soñar con la nada.
Hice todo lo posible para derribar los muros, enderezar la cama, colgarme de las persianas y que cupieras en mi alma.
Y al maldecirte —luego que marcharas—,
quise ser la brisa que te acompaña,
y saliva cuando besas en boca extraña.
Y todo lo posible no fue nada
y nada en lo posible fue tu alma y tu adiós y tu mirada. Hice lo que pude con el barro que nos dieron y aunque nos duela admitirlo: construimos nuestra casa una tarde de verano preñada con esperanza.
Y lo posible fue invierno y miedo y llanto o rabia… que no nos dejaron amarnos.
Hice todo lo posible
para ser una cama vacía
esperando sólo por ti
y unas manos amigas
y un puñado de besos robados.
Hice casi lo imposible
para oírte en el silencio
y creer por un momento
que los faunos de la noche
regalaban tu mirada
a los dioses del infierno.
¡Qué envidia el aire que te arropa,
la cama que te acoja,
la mano que te estreche entre los brazos!
Y el pulso que me robas;
¡el tiempo que te regalo!
Qué imposible en lo posible,
qué invento, qué misterio…
¿Qué abrazo nos negaron?
Reseña del texto y el audio: otro nuevo audio poema de RECTO VERSO, del libro: "La pasión no tiene quien le escriba", 2019. Música: Freddie Mercury (cover) y Annie Lennox.
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