Mientras vienes ya me habré ido.
A solas en la habitación, el cava se desbrava.
La delicia canta ignota.
La dicha se agota.
Mientras vienes empaqueté ya mis lágrimas.
Pegué el peaje de mi alma; inauguré el alba.
Mientras llegas tengo hambre de tu nombre
y vació en la mirada. En el corazón.
un desconsuelo terco y más cava frente a la cama.
¡Qué ya tardas amor, y mi alma está helada!
"La pasión no tiene quien le escriba", 2020-2021
Santiago Calleja Arrabal
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