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  • Foto del escritorRecto Verso | Editor

LA BARBA DE MARX (y las mariposas)


Sí, hemos aprendido algo.

87 millones de euros cuesta acallar la voz,

la voz de un pueblo…

La voz del pueblo que quiso hablar.

¿Democracia? No me hagan reír.


¿Hace falta, sí, ese dinero?

Eso es cierto: quiero discrepar.

Soñar…, olvidar los multimedia

pero me robaron el móvil.


Me dijeron: “es normal”.

Y me tengo que acostumbrar.

Es una nueva miseria, soportable:

bien gestionada.


Pero no lo es. Ya todo es “normal”.

No discrepar, no pensar: ser diferente

siendo idéntico dentro del redil.

(de eso se trata).


¿No se puede un mundo mejor?

Soy gay. Soy hombre. Soy digno.

Soy egoísta y no quiero miserias compartidas.

Ni el hambre de los pueblos validada, justificada.

No se puede discrepar.

Mono-sistema.

Pensamiento único.

Europa ubicua: casposa y mono ceja.


No hay cambio

¿Qué es cambio?

Habrá que pensar y apagar Facebook.

No se puede.

Dicen: “no se debe”

“¿Deber?”, palabra horrorosa por ser falsa.


¿Cómo se avanzó antaño?

Siguiendo y caminado.

Soportamos renuncias.

Eso lo sabemos hacer muy bien.

Te hablo a ti; tú que todavía estás dormido.

¿No te avergüenza?


¿Qué es una renuncia?

Un derecho robado, ¡no me seas bobo!

¿Qué implica?

¿Qué es ser libre?


Me callo; me callan: callamos.

Habito una zona de confort,

incómoda, insólita, improductiva:

¿Habrá que hacer limpio?

Estrenar cuadernos, lápices de colores...

reglas y escarpas: fusiles.


¿Volver a pensar?

Pero, ¿qué es pensar?

La barba de Marx se llenó de mariposas

otra vez.


Habrá que salir del “ínter-face”,

del “porno-face”.

¿Te incomoda?

Entonces todavía estás vivo.

Estás viva y piensas.


Tendremos que volver a pensar

en un mundo nuevo: iconoclasta y justo.

¿Qué mató al pensamiento?

¿Quién eliminó la filosofía?


Yo soy un filósofo muerto.

¡Muerto! Estoy muerto.

Sé cosas que no puedo contar,

y las cuento. Escribo libros de viento

que son ciertos.

—“Idiota, no son para ti”—, pienso.


No lo van a creer; apenas unos pocos.

Unos pocos que me leerán…

creerán y crecerán.

Entonces, crecerán de verdad.


Escribir es inerte. Escribir es muerte.

Leer duele. Pensar, es ahora Netflix.

Nos sabemos falsos,

en busca de valor y de sentido.

— ¿Por qué? —


Lo queremos todo y todo ahora.

¿Qué es el valor de lo que vale?

¿Cuál es el sentido de lo que sucede?


Leo a Guille Deleuze:

—“Lo mismo sólo es lo mismo

fingiendo ser lo otro. “—


¿O fue Vincent Descombes?:

—“Es poco probable que en el futuro

haya una identidad política colectiva de Europa.” —,

nos recuerda recientemente.


Nadie pagará por esto; nadie creerá:

quieren milongas.

Envejezco y no sirve para nada.

He escrito un libro inerte, muerto...

Ya no soy un escritor.


Eso sí: sé que Sodoma no es lugar para el corazón,

y debo explicarlo.


Nadie creerá lo que digo.

La irrealidad es la mejor forma de

ocultar lo real, al ponerlo delante.


El dinero es Dios y nos lo hemos creído.

Sí, nos hemos vuelto a enredar en la brava de Marx.


imagenes de: https://hdnh.es/historia-karl-marx/

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