Ayer noche me asomé al balcón y vi caer una fina lluvia de letras, pequeñas como la sopa de sémola. Puse un cesto de mimbre, para recoger todas las que pudiera. Luego veré qué hago con ellas: un vestido, una sopa, un poema, un dibujo.
Las regalaré a Pol.
Está aprendiendo a ligarlas, a unirlas y que sean minúsculas. Hasta ahora eran sueltas y mayúsculas. Empieza a unirlas, y ¡oh, magia! Si unes las letras, te nacen las palabras.
La soledad de las letras era muy triste: mezcladas, confundidas, perdidas en un capazo…
Hasta que llegó un niño y con su lápiz creó las palabras...
Una a una las letras se arremolinaron para salir del cesto, para ser útiles. Estaban felices de servir para algo y no morirse de aburrimiento, sin saber para qué cayeron del cielo aquella noche.
Texto y voz de Montse Huguet (a su nieto Pol)
Idea, compilación por S. Calleja
Música por Mika
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