Déjate llevar por la voz y el milagro
que llaman sin saber bien quién eres.
Al llegar preguntaste:
¿Y esa máscara?
¿Y esa mentira?
¿Y ese miedo?
—No hubo respuesta—.
Entra, te daré lugar en mi mesa.
Comeremos del pan y el vino prestados
de la gloría más inmensa.
Tú, Lucifer sentado a mi vera…
Solos por fin los dos.
Me placerá servirte del vino de tus mentiras.
Tendrás lista una cama limpia,
impoluta para el pecado.
Tuyo serán entonces cuerpo y alma:
muy a tu pesar todavía siguen juntos.
Con ellos nunca pudiste.
Te llevarás la bola de vidrio y las profecías:
los acertijos y los malos augurios.
Ya no los necesitamos.
Serán mis pertenencias,
mis trofeos y emblemas.
La prueba de mi total victoria
sobre tu carroña.
Dejaré la puerta abierta,
las luces encendidas.
Las preguntas difusas
y por supuesto, sin responder.
Sí, déjate llevar por la voz que llama
sin saber bien quién eres.
Querido Lucifer…
imagen de la serie Lucifer (Fox/Netflix), interpretada por Tom Ellis.
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